domingo, 19 de noviembre de 2006

DE ALMAX Y DE MARIPOSAS

Nací un día que, de tanto calor, mi madre más que romper aguas, se le evaporó el líquido amniótico.
De la prisa por conocer allende extramuros, me quedé de un amarillo al mas puro estilo chino cudeiro que no perdí hasta el primer top-less.
Mi primera boda fue en el jardín de infancia, y ya no paré hasta tercero de E.G.B.
Como lo del chino cudeiro se me quedó muy grabado en mi, ya de por si, degradada psiquis, cuando aún no media metro y medio, y emulando a Carpanta robando un jamón, me metí en mitad de un partido de futbito escolar con la intención de atrapar el balón con mis tiernas manos. Y allí andaba , mientras los sacrificados niños corrían tras el esférico yo, entusiasmadísima, gritaba ¡Kongorima! o dicho en burgales de toda la vida me la voy a pegar. Evidentemente, después del golpetazo superlativo contra una columna que se encontraba cerca del encuentro, acabé en el hospital para que me diesen dos puntos de sutura en el labio. Ese mismo verano caí por las escaleras del desván de mi abuela rodando como la piedra del camino que me dijo que mi destino solo era llorar y llorar, conservando del momento peoncero una cicatriz en mi tibia derecha que, la verdad, tampoco afea mucho mi persona. He sufrido innumerables caídas desde columpios varios, dos lanzamientos al vacío desde una tapia, un accidente de moto y uno de coche.
De todo esto se puede decir que por un tiempo fui la joven promesa española de los Videos de Primera: nena rubia monísima con una capacidad sobrenatural para pasar cuatro de cada siete días con venda, tirita o apósito rondándome que te rondaré.
De mi afán por los golpes se pueden sacar muchas conclusiones, que dejaré en manos de expertos como sociólogos, sicólogos, neurólogos, traumatólogos e, in extremis, a algún antropólogo forense que se interese por mi caso.

Toda la exposición de golpes, dolores, lloros y mercurocromo, es para convencerme de que la mejor fórmula para triunfar en el amore, es contarle al potencial caro carisimo que una es algo torpe en los andares universales. Claro, y me pongo a pensar y pensar, y solo se me ocurren situaciones incomodísimas. Veamos: Evita conoce aun señor maravilloso que hace que me brillen los ojitos, me note mariposas en el estómago y me crezca una rosa en el pelo. Quedamos para cena y copas. Me lleva a una marisquería lujuriosamente cara, que como el tipo encima de maravilloso esta forrado, pues va a ser que paga él. Pues yo que soy muy campechana me como los carabineros con las manos, y justamente ese día, que voy preciosísima de la muerte, cuando le quito la cabeza al bicho me suelta el chorrito ese que se supone que una debería estar chupando (lo se, se presta a conclusiones) y me pringa el entre dos de mi camiseta favorita. Mecagüentoloquesemenea, (no, eso no, que soy mas fisna de lo que parece) ¡Oh, que contratiempo! Y caro carisimo, que es todo un caballero, rápidamente moja la punta de su servilleta para limpiarme la mancha. Pero yo, que soy una marisabidilla, y que cuando me gusta un señor de verdad estoy condenada a hacer el ridículo en su presencia, opino que será mejor darle a la mancha con un poquito de limón, así que cojo el limón, aprieto lo justo para sacarle un par de gotitas y ¡zas!, como no, directo a los ojos. Ojos apretadísimos intentando controlar el lagrimeo porque, como esa noche quiero triunfar en la plaza, me he puesto las pinturas de guerra de todas las tribus conocidas y corro el peligro de convertirme en un paso de cebra. Alargo la mano hacia donde creo que esta mi servilleta, y como no veo un pijo, le doy un manotazo a la copa y derramo la bebida sobre la mesa. Al momento noto que el líquido gotea sobre mis piernas, me levanto de un salto (puro instinto anti-manchas, oiga), del impulso tiro la silla, y como soy muy torpe con tacones, pierdo el equilibrio y caigo encima de los comensales de la mesa que esta inmediatamente detrás mío. Me paso mas de treinta minutos disculpándome con todo el mundo y, cuando consigo encontrar el tacón que se me ha partido, caro carisimo me dice con firmeza que él no tomara postre. A esas alturas me temo que yo tampoco. Acabo volviendo en taxi a casa, rociándome el cuerpo con Reflex, colirio en los ojos, Loctite a mis tacones y Almax para apaciguar la furia de los cadáveres de las mariposas que se descomponen en mi estomago.

¿Qué futuro me espera con semejante torpeza? Evidentemente siempre puedo liarme con un quiropráctico. O con un escayolista. Y yo que pensaba que me merecía un príncipe o un dentista...

14 comentarios:

Alter Ego dijo...

Cuando alguien dice que la realidad en ocasiones supera a la ficcion, creo que estaba pensando en ti, y a partir de ahora, creo que yo tambien lo hare cuando piense en una situacion tan surrealista que roce lo esperpentico. Abrazo Gratis

Anónimo dijo...

Sentido del humor no te falta y ese es el mejor antídoto para curar el absurdo cotidiano. Por cierto,¿no serás sagitario, verdad?
Un placer haberte leído. Saludos.

JOHNNY INGLE dijo...

Los escayolistas no te los recomiendo: esta gente padece la enfermedad profesional llamada "mal del escayolista", que es parecido a lo del "codo de tenista". De tanto darle a la plana para alisar techos y paredes de escayola se les inflama el antebrazo y ya quedan inservibles para bailar el vals nupcial.

Yo te recomiendo un carpintero, que sea como sea siempre sabrá fabricarte una buena jaula para mantenerte segura y a salvo de peligros.

¿Eres sagistario, pregunto yo también?

Anónimo dijo...

Decepción porque seas leo, ninguna. Al contrario. Hice un brindis al sol y me equivoqué. Eso es todo. He tenido (y tengo) alguna amiga sagitario y no sé por qué tu relato vital me recordaba a ellas. Supongo que es por la energía con que os enfrentáis al mundo. Y por lo que dicen los astrólogos, tenéis en común el elemento fuego. Supongo que he intuido la llama de ese incendio interior. Besos.

Carolina Amigo dijo...

Una extraña, pero magnífica forma de relatar que ha cautivado mis ojos... Algo más que conocer en la finitud del alma..

Saludos!!

seelie

Joe dijo...

Juraría que esa escena la he visto en alguna película, salvo lo del Loctite en los tacones. Pero vamos, que esas cosas no pasan en la realidad si no eres descendiente directa de Jerry Lewis.

De todas formas, creo que no está justamente valorado el sex-appeal de una buena venda, y juro que no soy fetichista.

Y si eso tampoco te consuela, tengo un amigo que es fisioterapeuta. Seguro que le gustan las rubias con tiritas.

Saludos.

Anónimo dijo...

Jajaja yo suelo avisar d mi torpeza, asi me llevan d la manita para q no me la pegue, y son tantas las espectativas q no me quitan ojo esperando el momento d reirse, egocentrica q es una me encanta

Mi mami solia cantarme a diario algo asi como... "ya esta maripupas en accion" la muy jodia no me compadecia, te presto la letra :P

Un besazo preciosa

Srta. Effie dijo...

ALTER EGO: No creo que sea tan raro que se te salten un par de gotitas de limón a los ojos...;)
El choritillo de los carabineros lo he solucionado comiendo gambas con cubiertos a diario para coger práctica .
De todas formas solo era algo para imaginar en momentos de flagelación. Me quedo con el abrazo gratis.
Un beso.

JORDI: Afortunadamente, de todas las carencias que tengo, el sentido de humor no esta entre ellas. Incluso se me agudiza cuando no llego a final de mes. :)
Bienvenido.

JOHNNY INGLE: Mmmmm, si es que lo del carpintero tampoco parece demasiado seguro. Imagino mi vida con el carpintero como una escena de la casa de la pradera(pero sin niños por todas partes): yo con vestidito de volantes llevándole un cafe a mi Michael Landon y descalcita para que el asunto parezca mas bucólico, y de repente ¡zas! (de nuevo) piso una piel de plátano que mi (¿ein?) imaginación no se porqué a tenido que situar en esta fantasía. Como no podía ser menos, me caeré encima de la sierra circular porqué evidentemente estará conectada.

Respecto a mi horóscopo (deberé preguntarlo de ahora en adelante)es Leo, y podría asegurar que como ascendente tengo una polea. Aunque me ha molado un montón la descripción de mi fuego interior hecha por JORDI.

En fin , no somos nadie.
Mil besos, Sr. Ingle.

ATARAXIA: Si es que tengo un mundo interior que me desborda. De hecho, creo que he aumentado una talla.
¡Salud!

JOE: ¿Que quieres si no hago mas que ver comedias de los años 60? Así interpreto yo los asuntos del día a día...:)

De ahora en adelante cuando vea "La Momia" será con diferentes ojos. Tanto años de terror infantil y no es mas que una película erótica...

¿Y no vas a contarme lo de la Fnac?
Estoy en un sinvivir de curiosidad y de picores por llevar calcetines de lana virgen. Que malo que eres conmigo.
Aún así, un beso, xiquet.

YAHORAQUEBONITA: Préstame la canción y el botiquín...
Si es que las que somos y a la par inteligentes tenemos la desdicha de que nos pintan las rayas de la acera mas oscuras para ver si tropezamos.;)
Besitoooooossssssss

Bel:-) dijo...

Pues el caro carisimo es un soso sosisimo. Yo me hubiera partido el culo contigo, te hubiera dicho "Rubiaaa ven paca que te voy a quitar la camiseta a bocaos y el maquillaje a chupitones..." y el postre, a comerlo en casa.

Por cierto, la tuya es laa primera parrafada puntos y aparte que no me canso de leer.

Un beso.

Bel:-) dijo...

Queria decir "la primera parrafada SIN puntos y aparte"

Perdon.

Srta. Effie dijo...

BEL:-)
Si todo tiene una explicación en esta vida: me he pasado años coleccionando desde los cupones del avecrem hasta los puntos de la BP, así que no puedo evitar guardar algún que otro punto en el tintero. Puede que algún día la RAE me los cambie por una cafetera.
O tal vez sea mi caracter caótico.
No se.
De todas formas me encantan las visitas. Así que si te gusta leerme,y no te cansa,encantada de que repitas siempre que te apetezca.
¡Un beso!

Joe dijo...

No soy malo, no podría serlo con una mujer aunque quisiera (tal vez de ahí mi poco éxito entre ellas), así que si te he hecho sufrir te aseguro que no ha sido adrede.

Lo de la Fnac... me temo que el comentario ya no está a la altura de tanta expectación como he creado. Pero te prometo que pensaré algún otro y te lo contaré cuando nos veamos por allí mientras tomamos un café y salvamos a la franquicia de la ruina con nuestras compras compulsivas.

¿Ves? Al final te lo he contado casi como el original. Tengo que aprender a ser más malo con las mujeres.

Saludos.

Srta. Effie dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Srta. Effie dijo...

Pues va a ser cosa de hacerme la encontradiza por la Fnac: yo seré la mujer que lleva un libro en la mano y tu el hombre de un solo ojo.
Creo que será fácil reconocernos.

Un besoooooooooooooooooooooooo