jueves, 12 de junio de 2008

CON H DE JUELGA


No hay fruta, no hay verdura, no hay pescado, no hay carne.

Uno de mis principales proveedores no puede servirme y me obliga a ir el viernes a Madrid a recoger mi pedido.

Ojos azules está preocupado por mi dieta ante la falta de productos frescos en el mercado.

Se preocupa mucho.

Sí.

Se preocupa tanto, que aprovechando mi viaje a Madrid, ha decidido ocuparse de mi pobre ingesta proteica ofreciéndose él mismo como plato principal.

Con lo mal que está el asunto y lo bien que me cuadran a mi las cosas.

lunes, 2 de junio de 2008

COMO UNA PERRA

No hace mucho, hablé con mi peluquero personal. Nos pusimos al día de nuestras cosas, nos reímos de conocidos comunes, hablamos de otros no tan comunes y me preguntó si ya tenía novio. La preguntita sniff-sniff.

Yo le dije que no, que ni con blog picaban. Él me dijo que eso era por qué se me reservaba para algo increíble, que no desesperase. Y claro, él que peina tan bien, creí a pies juntillas en sus palabras. Y por qué también es un poco brujo.


Al cabo de 24 horas ocurrió, apareció Él.


Nos conocimos de forma casual. No fuimos presentados. Más bien tropezamos, y agradezco mi torpeza con tacones nuevos por qué eso hizo que me cayese dentro de los ojos más azules y expresivos que he visto en mi vida. Él evitó que acabase en el suelo, y para quitarle todo el peso posible a lo embarazoso de mi tropiezo me dijo un sonriente parece que el suelo resbala y yo le contesté es que no llevo los neumáticos para lluvia. Se rió, y nos pasamos las tres copas siguientes hablando. Me contó sobre su trabajo, sobre su familia en el norte, sobre su fin de semana en mi ciudad, sobre el ruido de la suya. Que a él también le conmovía y horrorizaba al mismo tiempo determinado cuadro, y que estaba de acuerdo conmigo al decir que ese otro cuadro no era la vanidad sino más bien admiración. A mi me gustaba la misma música que a él, y cuando me tarareó una pieza de la cual no recordaba el título ni el compositor, me dieron ganas de besarle el cuello.


Y seguimos hablando. Pasamos de las palabras a rozarnos las manos, a empezar a pensar que no nos quedaba más espacio para el alcohol y que no quedaban excusas para quedarnos quietos. Por eso lo llevé a mi mundo, para hacerle un poco mío y ganarle la carrera al tiempo.


Y al contrario que la gran Bibiana, yo no creo que todo amor nazca con carácter de eternidad. Yo soy consciente de la fecha de caducidad, de la cuenta atrás y de la mella que me produce todo ello.


Por eso te he dejado marchar.


Por qué eres perfecto, y no he tenido más remedio que convertirte en pluscuamperfecto.


Y por qué Cronos me ha concedido la gracia de congelarte en mi recuerdo.


Notita, chatos: La Srta. Effie no deja escapar a los señores hasta que no la aburran un poquito o dejen de sacarle brillo a los suelos. Lo anteriormente contado es ficción, que una servidora se los merienda a pares.


Otra notita: A lo mejor es verdad y he mordido el polvo...