El mundo de los zapatos es más complicadito de lo que parece.
Una pasa varias veces por delante del escaparate y se enamora perdidamente de un par de zapatos negros de alto tacón, elegantes, con una fina correa para rodear el tobillo y recordarte así que no siempre eres la dueña del zapato.
Y vuelves al día siguiente e imaginas el zapato vistiendo tu pequeño pie, con esa correíta ligeramente apretada, rozando la piel de los tobillos... sin llegar a hacerte ningún daño, que ese zapato sabes que en el fondo, muy en el fondo, te quiere.
Y todo eso lo piensas sola, en la calle, mirando a través de un cristal, como un turista mirando a una femme en Amsterdam.
Pero yo soy mujer de acción y no puedo conformarme con acariciar el cristal, así que necesito consumar lo que hasta hace unos segundos era una fantasía, y me compro no solo los zapatos negros con su fina correa, si no también un clásico rojo de salón que me hacen mucho más alta y mucho más p***.
Es agradable sentirse medio mala, medio buena, con una sonrisa de Gioconda, y escondiendo mis ojos tras unas gafas oscuras durante el trayecto a casa, no sea que nadie se entere de el preludio (de la certeza ), de las ganas (del s***) de saber como sentarán esos zapatos con unas medias de seda.
Abro las cortinas del dormitorio por qué quiero ver los zapatos con luz natural. Me siento al borde de la cama, con las compras a mi lado... oigo como me susurran. Paso los dedos muy despacio por encima de la caja de cartón, retrasando el momento de sacar mis tesoros, por qué se que una vez lo haga perderé el control sobre mi y seré poseída por el súcubo Blahnik, dejándome arrastrar hacia la oscuridad que me ofrece.
¿Porqué puede que no los estrene?
Por qué esos zapatos son una fantasía, son zapatos para la intimidad, son como soñar f*** a Gabriel Byrne o a Vincent D'Onofrio.
Son para que tú me los quites mientras besas mi empeine.
Son para que tú me los quites mientras besas mi empeine.
35 comentarios:
Gabriel Byrne... hum....
Querría decir algo inteligente, pero ahora no puedo...
Mmmmmm
¿Recuerdas la truñopelícula "El fin de los días" (o algo así), cuando Gab (mi Gab) está en el restaurante y le da un morreo/cogida de teta a la decentísima señora que está cenando?
¿Su cara de bueno-que-tiene-que-ser-malo en "Sospechosos Habituales"?
¿Con sotana?
¿Sín sotana?
Huelga decir que es un buen actor.
Ja.
¿Que talla de zapatos usas?
Yo no babeo por Gabriel Byrne pero en "Muerte entre las flores", se pega un pedazo papelón quenoveas.
Sobre el tema de los zapatos mi única referencia explicativa, hasta ahora, era la de IT Crowd, en el segundo o tercer capítulo, lo mejor de toda la serie.
Hay que consumar las fantasias.
Muchas fantasias son intimas y no se pueden compartir.
Lo de los zapatos nunca lo entenderé.
Si que entiendo lo de quitarlos mientras beso tu empeine y todo o que sigue.
Effie... querida... no es TU Gab, en todo caso es NUESTRO Gab... yo creo que le sobra para las dos!
Si te lo quieres quedar tú, vale, pero me quedo yo con Clive Owen.
Sí, recuerdo a NUESTRO Gab en el truñifilm 'El fin de los días' (que si no hubiera sido porque salía, no me lo trago). No hay curas como Gab en 'Stigmata', si no, iría yo a misa cada día a que me diera la hostia en la boquita... ñam ñam ñam!
Y sobre mi talla de zapatos... hum... pues depende del fabricante... ;)
Querida,
Clive, también Nuestro Clive, debería...¿pero no se había acabado ya la primavera?
Aunque tu ya sabes que Adriano Celentano es lo mio en el fondo.
Pejeverde,
(¡Que honor!)
Pelitos como escarpias de pensar en 'Muerte entre las flores'.
¿Y la banda sonora? ¡Que delicia!
Respecto a los zapatos...me gusta ser una refencia.
Un beso.
*referencia.
Mueja,
Mi empeine está encantado de conocerte.
;)
Un beso.
¿algo inteligente?.
Yo ya tengo mi instinto animal alerta con los empeines y esas cosas.
Muy bueno, effie
Manuela,
No hay nada más inteligente que dejarse llevar por determinados instintos.
Te agradezco mucho tu visita.
Un beso.
Effie,
Beso su empeine
¿s***?
¿sabor?
Sr. Celentano!!!!!!!
Deje que me peine...
Tiene la habilidad de, en cualquiera de sus manifestaciones, sorprenderme siempre con la melena alborotada.
¿Sabor de mi empeine? Delicioso, por supuesto.
Ja.
(Como me divierte Usted, querido)
Bellissima Effie,
Delicioso, seguro, cómo su oculta sonrisa.
Me gustan las mujeres de melena alborotada y zapatos íntimos.
(Usted también me divierte, querida)
Jarl!
Adriano,
Ha hecho que está noche sea especial: después de su comentario, no tendré más remedio que soñar con Usted.
Effie,
Si no tiene más remedio...
Uff!
[...] es tan dulce el dolor de la despedida, que os diria buenas noches hasta el alba.
En todo caso, no pienso poner remedio, querido.
Ja.
Adriano, amigo mio, he pensado destapar mi sonrisa en mi cumpleaños... pero claro, será según su regalo.
Creo que sería un delito arrebatarle a tu empeine el placer de vestir un Blahnik y a mis ojos la contemplación de tan sensual fetiche; mejor te los dejaría puestos mientras te f****.
Amigo comediante,
¿Y que entiende Usted por f****?
¿Es tan aguda tu curiosidad como la punta de tus tacones?
Elige pues, aquello que más te satisfaga: fotografiar, fantasear, figurar, festejar, fascinar, felicitar.
Entiendo que me felicita por mi excelente gusto con los zapatos.
En ese caso, mis ojitos brillan de agradecimiento.
Querida Effie:
A la vista de las obsesiones y fantasías que he descubierto en las dos últimas semanas, puedo proponer la siguiente tesis:
Nueve de cada diez hembras sienten una pasión morbosa por los zapatos. La décima es una cabra.
Yo jamás he tenido la fantasía de que una mujer con zapatos de aguja negros me clave su tacón en el cuello, mientras yo estoy atado y desnudo en el suelo.
Effie?
Le traigo un regalo:
http://www.youtube.com/watch?v=KytLAAuss1A
Sr. Mensajero,
Mejor esta:
http://es.youtube.com/watch?v=M19mHo-HZ8c
Querido Sr. Ingle,
Me tiene profundamente preocupada el asunto de la cabra.
Verá Usted, la cabra si que tiene afición por el tacón, pero dada su condición de cabaretera de organillo, la figuración escénica y estética del número pierde mucho viendo a la cabra luchando por el equilibrio y cayendo (nada gracilmente) con el culo en pompa para horror del respetable.
Pobre cabra, pobre.
Por otro lado, no tengo demasiada obsesión por los zapatos, aunque los zapatitos en cuestión me gustan muchito en cualquiera de, digamos, sus presentaciones.Je.
Y Sr. Ingle, jamás, jamás mancille la viscolástica con cualquier tacón de aguja: el ayuntamiento carnal en su lecho debe ser con zapatos blanco iPod.
¿Atado?
Ja.
Ya sabe lo de mis finas hilaturas.
Ja.
No le veo la cosa al señor Byrne. Es gran actor. Pero conozco a varias mujeres a las que vuelve loca. Y mira que yo lo miro y no lo veo nada.
Por cierto en persona pierde mucho...
Lo de los zapatos me recordó a Emma Suárez en "la ardilla roja": ummmmm, zapatos.
Sin duda el Sr. Byrne es un gran actor. Físicamente no es gran cosa; ni muy alto, ni muy nada, pero la cara de malo arrepentido es lo que me gusta a mi.
Sí y sí.
En cuanto a los zapatos, también me gusta caminar descalza...
Bienvenido.
Sra. Effie,
Yo no sé. A mí me dió su regalo un señor de Benageber con acento italiano.
Yo por discreción sólo lo he visto así por encima.
¿Acento italiano?
Estoy espesita...
El Sr. Celentano, claro.
(Ainsss)
Hablar de personas que se chupan los pies me dan ganas de arrojar yo veo los pies de los demas en el gimnasio y me dan un asco que me arrojo todo. no sabia que sexo y follar se escribieran ahora con asteriscos pero me descojono. ahora me vuelvo a mi excel
Sr. Soltero de Oro, recurso aprovechable todo Usted:
Los pum-pum de mi corazón se han acelerado notablemente al ver que, de una forma u otra, le he hecho salir de su celdilla-suma-y-sigue para cagarse en todo y vomitarse encima.
Querido, es Usted todo un baby mocosete, y tierno tierno hasta deshacerse en sus propios jugos.
Estoy de acuerdo con Usted: chuparse los pies es una mierda, y más si son de gimnasio, con la cantidad de tiña podal que cogen los señores en esos sitios, pero tenga Usted en cuenta cierta afición gastronómica y predilección de la que hacen gala millones de seres humanos hacia el queso cabrales, cuajado en cuevas y lleno de gusarapos.
Eso sí que es un asco, querido.
Mis empeines son suaves, limpios y sin pelos, pero no es más que una cuestión de gustos.
¿Porqué asteriscos? Para impedir que ningún mequetrefe se pasara de listo.
No me malinterprete: Usted no es ningún mequetrefe, directamente es indefinible.
Y creo que por eso me gusta a rabiar.
¿Finalizó sus estudios de alemán?
¿Formalizó ya con su prima?
Querido, sigo creyendo que tiene mal color.
Y salga más de la celdilla.
Me voy un momento y tó cristo se despendola...
.. querida... culpa a los zapatos...!!
ummm los zapatos ...esos pequeños mostruos que nos llamam desde el escaparate ...me llevo yu link ...kiss:)
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