viernes, 21 de septiembre de 2007

LANZAMIENTO DE GUANTE SINCRONIZADO



Se acabó el verano, las cañitas, el solecito, los pellizcos y los viajes improvisados.

Y claro, empieza la depresión, el insomnio, el qué-qué-qué, este pantalón ya no me viene y tengo que dejar de jugar al Solitario que es final de mes y tengo que hacer el cierre. Cosas de la rutina. Pero la rutina no es tan mala como parece. Yo mismita soluciono esos molestos desarreglos pos-vacacionales con un buen masaje y una sesión de manicura. Lo preocupante son los señores que nacen enfadados. Todo les molesta, todo les importuna, les pone la piel del revés y no son capaces del disfrute que significa tirarse al suelo patas arriba y ronronear.

Yo es que soy muy sencillita.

Estos últimos días he andado paseando por mundoblog (mucho menos divertido, al menos últimamente, que Mundodisco) y hay que ver la cantidad de gente que está empeñadísima en acabar con el espíritu crítico. Es fascinante (o no) antropológicamente hablando, ver como millones de personas se sientan delante del televisor y de forma hipnótica y alienante aceptan como dogma de fe la narración de la vida y milagros de determinados individuos que lo más interesante que han hecho en su, mayoritariamente, corta existencia, es medirse el falo en público y renegar de sus orígenes por qué no eran nada Chic. ¡Ohhhh, que gentuza! Medem rueda “La Pelota Vasca”. ¡Ohhh, ese tío es proetarra! Eso sí, todos pajeándose con “Lucía y el sexo”. Pocholo hace un programa en el que la gente espera básicamente que formalice una exuberante relación sexual con rubia imponente. Su rancio abolengo nada tiene que ver con el asunto. Todo se acepta de buen grado por qué la electrodoméstica pantalla crea una profilaxis mal entendida que nos dicta que nada tiene que ver con nuestras vidas. Pero todo cambia en mundoblog.

En mundoblog sus habitantes toman la píldora de la genialidad. Es sorprendente la cantidad de eruditos que hay en la red que de todo entienden y de todo saben, que todo lo hacen estupendamente bien, y sobre todo, no aceptan un punto de vista diferente al suyo. Esta mañana he visto en un blog amigo como una especie de santera escupía ron sobre el autor y le cortaba el cuello a un par de gallinas para con ello conseguir comprometer el alma del susodicho. Cierto es que el nombrado blog, en ocasiones, es incendario, pero yo me pregunto ¿no es susceptible todo aquel que expone obra pública de ser criticado? ¿No es cierto que el alimento blogger (como bien dice Pejeverde) son los comentarios? ¿No es cierto que el espíritu crítico es necesario para el enriquecimiento cultural, el avance social y para que Effie tenga algo que decir? ¿No es asquerosito utilizar ataques personales ante la falta de argumentos?

Queridos, hay que joderse con la ilustración.

Yo prefiero, como la Sra. Peggy, quedarme prendada de azul Patinir.